Hay una sola manera correcta de hacer las cosas. Si pasaste por la universidad, seguro que te enseñaron el concepto de paradigma. En toda época hay solo una forma de hacer las cosas bien.
Sin embargo, la vida real está llena de historias de gente que hizo las cosas de la manera incorrecta y les dio resultado. Todos sabían que la forma correcta de hacer autos era la línea de montaje de Henry Ford, todos menos Charles Rolls y Henry Royce. Ellos decidieron seguir haciendo autos de uno en uno y de manera artesanal. Se convirtieron en los líderes de los autos de lujo.
También todos sabían que los campesinos japoneses eran demasiado pobres para comprar aparatos electrónicos. Todos menos Konosuke Matsushita, que les fue a vender y terminó teniendo una de las fábricas de productos electrónicos más importantes del mundo.
La paradoja de los paradigmas es que “la forma correcta de hacer las cosas”, al menos en lo que tiene que ver con la temática de este blog, solo le sirve a los primeros cuatro o cinco que llegan primero; el resto se tiene que conformar con las sobras.
Emprendimientos y software libre
Hoy, el paradigma para emprender es que contrates servicios basados en Inteligencia Artificial para hacer todo el trabajo. Desde elegir el nombre de la empresa hasta crear el sitio web y las campañas de marketing. En el medio, también se les puede preguntar qué productos fabricar.
Más allá de que estás compartiendo datos comerciales sensibles vaya a saber Dios con quién, la idea de hacerlo es un suicidio. Tus productos, tu web y tu comunicación serán exactamente igual a la de los otros y, teniendo en cuenta de que los modelos de Inteligencia Artificial se basan en lo ya existente, en los que otros ya probaron.
La lógica y el sentido común indican que dediquemos el poco tiempo que tenemos para emprender a aquello que no podemos automatizar. La propuesta de este blog es que, al menos al principio, dediquemos nuestro tiempo a conocer todos los aspectos de nuestro negocio. Habrá tiempo para automatizar y delegar.
En este sentido, las herramientas de software libre y de código abierto serán de una gran ayuda. Ya explicaré en artículos posteriores qué son exactamente. Para quienes no están familiarizados con el término, solo diré que pueden usarse, modificarse y distribuirse sin restricciones.
Estas herramientas son en su mayoría gratuitas y, como no tienen incorporados mecanismos de recopilación de información, no solo garantizan la confidencialidad de nuestros datos sino también la privacidad de nuestros clientes. Y, a diferencia de los servicios automatizados en la nube, nos obligan a prestar atención y a aprender más sobre nuestro negocio.
Siempre recuerdo a Héctor Ricardo García, un gran empresario de medios de Argentina que empezó barriendo los talleres gráficos de un diario. Él contaba que cuando le ordenaba a un empleado que hiciera algo y este le contestaba que no se podía hacer, se levantaba y le enseñaba cómo se hacía.
La idea de este blog es que aprendamos juntos cómo usar el software libre y de código abierto en cada uno de los aspectos de nuestro emprendimiento. De esta manera, no dependeremos de los caprichos, la ignorancia o los intereses de otras personas o empresas.